LAS GUITARRAS AÚN SUENAN
The Church - Gold Afternoon Fix (1990)Label: Arista RecordsPor Pepe Navarro
Un Día como hoy se editaba este trabajo.
Y rescatamos de la Revista 61 esta reseña escrita por nuestro colaborador Pepe Navarro.
Que años agitados aquellos. Los ochenta daban sus últimos frutos, y la industria musical estaba en pleno proceso de cambio de piel. Muchas propuestas eran evaluadas. disecadas y dejadas de lado, en busca de la eterna piedra filosofal arropada en notas musicales. En esos años, se llamaba Grunge. En plena efervescencia de esa carreta de camisas de cuadros y pelos largos, y a pesar que sus grandes nombres aún estaban escritos en letra chica por los randes tabloides que dictaban modas en esos años de papel y tinta, otra historia estaba llevándose a cabo en campos musicales. Claro, pero a casi nadie le importaba. O si, pero en ligas menores.
1988 había sido un año muy productivo para The Church. Capitalizando las ventas de "Starfish", su quinto esfuerzo en formato Long Play, y sobre todo la exposición súbita de la banda con un single pegadizo (pero dejando de lado la palabra "banal") como "Under The Milky Way", se respiraban aires extraños. Una extensa gira de promoción, y una revalorización de la banda en ciertos círculos, habían dejado en claro que estaban preparados para cosas más grandes. Arista, su compañía discográfica, no solo había creído en ellos, e invertido una gran cantidad de dinero en su promoción. Los acompañaba en este nuevo camino que se veía como lucrativo, brillante y artisticamente creativo.
Claro, toda historia tiene - aludiendo al formato discográfico reinante en esos años - Un Lado B.
El aparato creativo interno de la banda, tras meses de gira y la experiencia trauática de tener que seguir un ritmo al cual no estaban acostumbrados, se estaba resquebrajando. Las grietas se convirtieron en abismos imposibles de salvar. Y la aparición en escena de a pocos, pero a paso seguro de la insistente prima heroína en la vida de Steve Kilbey (Centa la historia que presentada a Steve por Grant McLennan de sus compatriotas The Go Betweens) anticipaba un final a medias.
Ansiosos de recuperar el dinero invertido en promoción, la compañía decidió tomar el toro por las astas, y exigió a la banda un single del mismo tinte que "Under The Milky Way", esta vez para consolidar su estatus en el mercado norteamericano.
Los demos que antecedieron al disco, sonaban sólidos y seguros, pero tras el manoseo excesivo de parte de productores, arregladores, y demás, quedaron en eso: En maquetas de lo que pudo haber sido un disco excelente, pero quedaba a medio camino entre una obra que se defendía con mérito propio, o un disco para el olvido. El single "Metropolis" llegó a una exposición masiva, pero el disco fue, comercialmente, un fracaso. En el medio de la tormenta, Richard Ploog, abandona se puesto de baterista, que para la gira, contó con jay Dee Daugherty de Patti Smith Group. Unos meses antes, en la gira de "Starfish", la preciada guitarra Rikenbacker de 12 cuerdas de Marty Willson-Piper había sido robada, lo cual explica en parte porque en "Good Afternoon Fix" por primera vez en la historia de la banda, ese sonido característico, brilla por su ausencia.
Pasarían dos años más hasta que un nuevo material salga a la luz. Un sonido diferente, pero aún potente aparecería en el extraño "Priest-Aura" en el año 1992. Otra historia.
Sí, más de 33 años es mucho tiempo. Pero las guitarras suenan aún, y queda como testamento válido de un tiempo de cambios, sacrificios y propuestas.
33 años. Quien lo diría.
Y pueden escucharlo en:
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