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martes, 15 de marzo de 2022

RESEÑA: RADIOHEAD – THE BENDS

 PUNTO FINAL A LOS NOVENTAS

Radiohead - The Bends (1995) 
Sello: XL Recordings Ltd
Por Daire Alujas

Un Día como hoy se editaba este trabajo. 
Aprovechamos y traemos una reseña que realizó Daire Alujas en la Revista Número 16.


En la época probablemente pudo haberse percibido como la evolución natural de una banda de rock algo descolgada del sonido grunge del que se apropiaron (intencionalmente o no, da igual), con Pablo Honey (1993). Un sonido mejorado, mejor producción, más soltura compositiva y profundidad. Toda una gama de colores, intensidad y verborrea contenida, canciones que estaban ahí esperando entre giras y más giras a ser compuestas, producidas y tocadas; guitarras y más guitarras, fuerza juvenil trastocada, desgarrada y agredida. En fin, probablemente nada nuevo después de tanto punk, shoegaze, Pixies, Sonic Youth, My Bloody Valentine y el Nevermind de Nirvana… Aunque claramente lo más interesante, concreto y digno de respeto entre tanto brit-pop, que era lo que se llevaba en la época. Pero, bajo una mirada retrospectiva a la luz del presente, me atrevo a considerar a The Bends como el disco definitivo de los 90. Y a Radiohead como la banda oficial encargada de dar término a la década con éste disco y abrir pronto la mentalidad hacia la próxima década (siglo y milenio), con su siguiente (Ok Computer, 1997).

Si hay discos que suenan a “años 90”, definidos en orden a sonido, concepto, espíritu y estética, tal vez podamos escarbar hasta el inicio de la mecha e iniciar la lista con Psichocandy de Jesus & Mary Chain (justo diez años antes) y dar término indefectiblemente con The Bends, pues ya con Ok Computer, nada sonará igual que antes.. Si bien Radiohead hizo su entrada de manera algo temerosa y fueron presa de un éxito inesperado tras Pablo Honey (casi exclusivamente gracias a Creep), continuando con el EP My Iron Lung donde se despiden de su primera etapa sonora más básica y comienzan a dar señales de algo más elaborado; The Bends ya deja ver (y escuchar) a una banda en pleno esplendor creativo, demostrando un manejo supremo en las camas de guitarra y en la mezcla de efectos digitales y analógicos (overdrives, octavaciones y trémolos alucinantemente bien utilizados en Planet Telex, My Iron Lung y Bones, por ejemplo). Pero bajo ningún concepto es una banda que ha llegado a su cenit. La gracia principal de The Bends está en que es un peak cuasi épico de una primera etapa de un grupo en pleno desarrollo. El rock y el desenfreno salvaje de los overdrives y de los gritos desgarrados de Thom Yorke se combinan y mezclan con paisajes más contemplativos aunque no por ello menos tensos emocionalmente (con influencias claras de Jeff Buckley), que ya van sentando las bases para un rock más imbricado, progresivo, ecléctico, conceptual y de alto impacto, que es el que comenzarán a desarrollar después de éste. No es Radiohead lo que evoluciona con Ok Computer; es el rock como género, como canal principal de la cultura, como forma de abordar el vivir. Por ello, The Bends desde una mirada en perspectiva, resulta un disco fundamental en tanto bisagra entre dos mundos sonoros abiertos por la banda durante aquella década. Irrumpen primero con Creep, de una honestidad y exposición emocional brutal, cierran una era del rock con The Bends, e inauguran una nueva mirada sonora al mundo y una nueva forma de ser una banda detrás de una propuesta demoledora. Con Ok Computer se les puso al nivel creativo y artístico de Beatles y Pink Floyd; de hecho un titular de prensa escrita alude al fenómeno como “Punk Floyd”, que más allá de lo sarcástico y extravagante del concepto, lograría hacer entender en la época el significado estético y lírico de su música, la que venía llena de camas y atmósferas ambient y psicodelia ruidosa que sin duda evocaba a toda una herencia floydiana, pero que sin duda contenía todo un aprendizaje extraído del punk y de lo que éste hiciera con el rock desde su aparición en adelante. Radiohead supo canalizar su propia rareza haciendo contacto inmediato con los de su misma clase. Y en un par de años nos dábamos cuenta que ya todas las unidades eran un público y una masa mundial. The Bends por tanto, fue el disco que trajo los últimos gritos de la ola noventera, hizo que se subieran todos los inadaptados, malhumorados y atormentados seres que conectaron de una u otra forma con el alma, esencia y voz de Thom Yorke y los trajo a una nueva costa, la de la madurez y reivindicación mediática, la de tomarse el mundo de una vez y adueñarse del nuevo milenio. Fue el último disco (el único disco) donde hicieron lo lógico y esperable. Ya después lo inventarían todo de nuevo. Hipsters mediante.

Puedes escucharlo en:


Radiohead:
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