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domingo, 3 de abril de 2022

RESEÑA: MORRISSEY – RINGLEADER OF THE TORMENTORS

PEQUEÑOS ACTOS DE TRANSGRESIÓN

Morrissey- Ringleader of the Tormentors (2006)
Sello: Attack Records
Por Gabo Rojo

Un Día como hoy se editaba este trabajo.
Aprovechamos y traemos una reseña que en 2016
realizó Gabo Rojo en la Revista Número 26.

“La vida es un chiquero,” canta Morrissey en la canción así titulada. “Y si no sabés esto, ¿entonces qué es lo que sabés?
Según este criterio, hace 10 años yo no sabía nada. 

Me gustaba el Groove de la intro New Orderiana, eso seguro, pero en general mi impresión era que Morrissey se quejaba demasiado. Ahora entiendo la forma brillante en que encapsula la tragedia y la inevitable esperanza de la vida a lo largo de esos 7 minutos, en los que tras repetir la frase del título más de una decena de veces, confiesa desesperado “incluso ahora, en la última hora de mi vida, me estoy enamorando de nuevo.” Esto sirve para ejemplificar que con artistas del calibre de Morrissey, el tiempo es generoso. Cuando se lanzó Ringleader of the Tormentors en el 2006, más de uno se sintió decepcionado al sentir que no alcanzaba la calidad de su magnífico disco anterior, You are the Quarry (2004) quizás el mejor álbum de Rock de la década pasada. Por mi parte, yo esperaba más líneas cínicas y críticas punzantes. La humanidad inherente de temas como la hermosa “I’ll never be anybody’s hero now” se me perdía. Con el pasar de los años, uno va madurando mientras la música popular va involucionando, y se da cuenta de que Morrissey siempre estuvo 10 pasos más delante del resto del mundo. 

Todas estas canciones son especiales, únicas, diferentes. Como siempre, la diferencia no radica tanto a nivel musical (si bien hay un par de sorpresas, como la aplastante avalancha de Rock orientalista de “I’ll see you in far-off places”) sino en lo que Morrissey dice, y la forma en que lo dice. Si se lo escucha atentamente, se descubre que el disco está lleno de pequeños actos de transgresión: un coro de niños cantando que no existe la normalidad, un signo de pregunta al final de la línea “vivo más de lo que había esperadoalgo debe haber salido bien?”, un hombre ya grande proclamando que “por fin ha nacido” en la última canción. Y ni hablar de la confirmación tan esperada en “Dear God Please Help Me” de que Morrissey fue capaz de tener sexo y disfrutarlo, ocasión tan especial que contó con una orquestación a cargo de Ennio Morricone, una rareza dentro del mundo del Pop (“le dice que no a todos pero me dijo que sí a mí,” proclamó Morrissey orgulloso en una entrevista.)

¿Qué me revelarán de mí mismo y de la vida estas canciones dentro de 10 años más? Es imposible decirlo con certeza, pero seguramente será algo interesante.

Puedes escucharlo en: 

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