LA GRAN QUÍMICA DE LOS HERMANOS QUÍMICOS
The Chemical Brothers - Push The Button (2005) Sello: Virgin Records Por Alejandro Cenizacromada
Un día como hoy se lanzaba este trabajo.
Era ese punto de redescubrimientos sonoros en la música digital: Goldie y Roni Size destrozaban cajas torácicas con los bajos y beats fracturados del Drum’n bass. Massive Attack y Portishead, ampliaban lugares aparentemente simples y los transformaban en espacios terrosos e intensos con el Trip hop de Bristol. The Chemical Brothers y Prodigy con el genio Liam Howlett se alimentaban de energía roquera y la traducían en beats y loops inmisericordes, en un género que los críticos me denominaron Big Beat.
The Chemical Brothers antes Dust brothers, dúo inglés formado por Tom Rowlands y Ed Simons fueron responsables de llevar la música puramente electrónica a los estadios reservados para los ídolos del rock. Aunque bandas que partieron de los sintetizadores como Depeche Mode lograron antes profanar ese tipo de santuarios; pero hay una diferencia. Depeche Mode se acercó al rock añadiendo guitarras y baterías en vivo, Chemical Brothers mantuvieron su identidad electrónica (y lo reconozco yo, que soy un Depechero consumado). En una entrevista dada en 1999 a Chemical Brothers les preguntaban cuál sería su paso a seguir en cuanto a lo creativo, a lo cual respondieron algo así como: “No haremos nada que no tenga que ver con lo que realmente somos, no somos Dave Gahan…” haciendo alusión a que en cierta manera DM tuvo con el tiempo que alejarse de su sonido netamente Europeo, en su interés por acercarse más al público norteamericano.
Chemical Brothers han sido adoradores de sitios míticos para el desarrollo de la música de baile como el club Hacienda en Manchester (Inglaterra). Han atesorado con uñas y dientes la obra de New Order, tanto así que Bernard Sumner ha colaborado en sus discos.
Este “Push the button” es un disco relajado, no tiene esa carga tan potente de discos como “Surrender” (1999) ni siento en él, una presión por demostrar quién es quién en este tipo de sonidos, simplemente es una colección de muy buena música.
El sencillo “Galvanize” parte de un sonido puramente étnico con elementos de música de la India y de alguna manera es un buen punto de referencia para entender la heterogeneidad del disco. Galvanize es una canción que me hace acordar de un gran clásico del techno llamado “Afroleft” de Leftfield. Todo funciona como una revisión por diferentes subgéneros de la electrónica donde lo digital se fusiona con lo análogo.
En “The Boxer” aparece el burgués de Tim Burgess de The Charlatans U.K con un tema bastante festivo y de cierta carga funky.
"Believe” es un tema contagioso, uno de los más potentes de la placa y basado en sintes que disparan sonidos deliciosos y retorcidos, una plegaria hedonista para creer en algo, mientras uno se desdobla en una danza contagiosa pero en línea recta con un marcado acento disco, como rememorando de manera subliminal al padrino Giorgio Moroder.
“Hold tight London” se abre paso de manera más difuminada y con ciertas percusiones latinas de fondo. La voz de la cantante aporta uno de los temas más ensoñadores de “Push the button” con ciertos espacios para el frenesí. “Come Inside” es el tema puramente Chemical Brothers que rememora clásicos del dúo como “Electro bank” o “Hey boy hey girl” demarcado por bajos y loops potentes, que incita a que uno no pare de saltar. “The Big Jump” mantiene la línea del tema anterior pero de onda más minimal con fuerte influencia del electro disco y el funk más festivo. Bandas de rap como los míticos Public Enemy fueron una fuerte influencia para Chemical Brothers es así como en el track “Left Right” se traen a Anwar Superstar en un tema contundente y que tiene cierto trasfondo Dub. “Close you eyes” es la canción más suave del disco, un sonido ya mucho más pop con delicadas ambientaciones.Considero que si uno escuchara esta canción de primera no se le pasaría a uno por la mente que es Chemical Brothers. Con “Shake Break Bounce” van retomando la fuerza característica añadiendo beats sincopados, instrumentos de cuerda sampleados y un hipnótico halo étnico. “Marvo Ging” es otro tema con el clásico sonido “Chemical”, beats fuertes una lisérgica dosis indie y un minimalismo mántrico envolvente. El disco cierra de una manera acertada con “Surface to air” una canción más afincada al ambient que va en crescendo como un pequeño y delicioso trip en que a medida que corren los segundos va añadiendo delicados pero determinados ingredientes a la composición hasta culminar en un grandioso climax.
Gran química de los hermanos químicos.
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